Un
asunto que llama la atención a todos aquellos que se interesan por la vida y
obra del insigne músico español, Germán Álvarez Beigbeder, es el largo periodo
de tiempo que transcurre entre que se realiza dicho nombramiento por la Permanente
Municipal a propuesta del primer teniente de alcalde, Enrique Mora, el
20/05/1948, y la fecha de la entrega efectiva y física del mismo, que se
produjo en 1967.
Aunque
no existe una razón documental ni argumental del motivo que justifique que se
le entregara el título casi veinte años más tarde, sí he podido recabar en las
memorias que escribió mi padre, las cuales no están publicadas, el
acontecimiento que hizo posible que su título se le entregara un año antes de
su fallecimiento. Sobre esta cuestión, el único referente que se tiene de no
haberle hecho entrega en su fecha, lo encontramos en el libro escrito por su
hijo, Servando Álvarez-Beigbeder Pérez, bajo el título “Germán Álvarez
Beigbeder. Un músico jerezano para la historia” (EH Editores) en el que narra
en su página 93 lo siguiente:
Conservo una carta del eminente pianista y por
aquel entonces director del Real Conservatorio de Madrid, José Cubiles, que
quiso adherirse al homenaje que Jerez le rendía a su gran amigo, programando un
concierto a celebrar el 28/06/1948 en el Teatro Villamarta, concierto que tuvo
que suspenderse por no estar terminado el pergamino de su nombramiento de hijo
predilecto.
Mi
padre, Antonio Hernández Sánchez, profesor de la Banda Municipal y de la Orquesta
Sinfónica de Jerez, y redactor-cronista, que firmaba bajo el pseudónimo de
Anhersan, cuyos artículos fueron publicados en medios de comunicación jerezanos
y en las revistas de tirada nacional “Ritmo” y “U.C.E. Música y Literatura”, y
que mantuvo una estrecha relación con Don Germán por ser el archivero de las
citadas entidades musicales jerezanas, narra en sus memorias, que con motivo de
una reorganización de archivos y documentos administrativos que se ordenaron
realizar por la alcaldía de Jerez en 1967, vio por casualidad, en una de las
tantas visitas que realizaba por su oficio al consistorio jerezano, el
pergamino del título de hijo predilecto dedicado a Germán Álvarez Beigbeder,
fechado y firmado el 01/06/1948. Ante tan sorprendente hallazgo, mi padre lo
puso en conocimiento de Joaquín Villatoro Medina, por entonces director de la
Banda Municipal de Jerez, el cual se lo transmitió con inmediatez al alcalde Miguel
Primo de Rivera y Urquijo, que por su parte adoptó las medidas oportunas para hacer, de
forma protocolaria, la entrega del mismo, que, dicho sea de paso, está
elaborado por Manuel Hortas Román, un emérito calígrafo. La calidad del
pergamino es magnífica.
Dado
el estado de salud de Beigbeder, la entrega del título se hizo en el domicilio
del homenajeado, sito en la calle Merced, núm. 7, el 23/10/1967, presidiendo la
comitiva el alcalde, que estuvo acompañado por varios ediles de la corporación
municipal, el director de la Banda Municipal y varios de sus componentes, entre
los cuales se encontraba mi padre, junto con la esposa de Don Germán, Mª. Teresa Pérez
Martín-Arroyo, y la mayoría de sus hijos.
En
el pergamino del título reza la siguiente dedicatoria: En vista de la hermosa
labor realizada en el arte musical por el eximio músico.
(Sala de estar de la casa de Don Germán donde se encontraba el título de hijo predilecto. Foto 1996)
En
este año, en el que el título de hijo predilecto de Don Germán ha sido exhibido
en los claustros de Santo Domingo, junto con otros enseres personales
relacionados con su amada profesión de músico, en la exposición “Cofradías, la
huella del tiempo en Jerez”, organizada por el Ayuntamiento de Jerez y por la
Unión de Hermandades, he querido publicar este artículo para enriquecer la
historia de este grandioso músico, al que tanto he estudiado y admiro, y se lo
dedico a mi padre, por haberme transmitido su pasión por la música de Beigbeder.
Firmado:
Antonio Hernández López.
Nota
editorial: El autor de este artículo, que en su juventud fue componente de la
Banda Municipal de Música de Jerez, acuñó, hace ya bastantes años, el término “beigbederiano”,
significando con el mismo a toda persona amante de la música de Germán Álvarez
Beigbeder.
